Baltimore, E.U.A.

Annie, procedente de una larga línea de Bautistas prominentes fue una líder entre los Bautistas del Sur quien fungió como pieza clave en la fundación de la Unión Femenil Misionera (UFM).

A los 20 años aceptó a Cristo como su Salvador luego de escuchar la predicación del Dr. Richard Fuller en la Séptima Iglesia Bautista (Ahora llamada la Séptima Iglesia Metro). Fue allí en donde tuvo una experiencia de “nuevo nacimiento” y fue equipada para ser una misionera.  Tiempo después, se encontraba entre los 100 miembros de la Séptima Iglesia Bautista que establecieron la Iglesia Eutaw Place (ahora conocida como Iglesia Bautista Woodbrook). La iglesia en ese entonces estaba pastoreada por Richard Fuller, el tercer presidente de la Convención Bautista del Sur, quién estaba ampliamente involucrado en actividades misioneras. Trabajó con varias organizaciones misioneras de Baltimore, ministrando a Afro Americanos, Nativo Americanos, Inmigrantes Chino Americanos, y mujeres indigentes.

En el año 1888,  Armstrong lideró la creación de la Unión Femenil Misionera, ayudando a redactar la constitución y fungiendo como su primera secretaria correspondiente (una posición que en ese entonces funcionaba como directora ejecutiva). En su rol de encargada de la organización, Annie Armstrog facilitó la comunicación entre líderes denominacionales, congregaciones locales y misioneros en el campo. Era una escritora incansable,  llegando a escribir a mano 18,000 cartas en tan solo un año. Durante su gestión como encargada de la Unión Femenil Misionera, Armstrong se negó a recibir un salario y viajó a su propio costo en nombre de la Unión Femenil Misionera.

Armstrong  se vió involucrada en una serie de controversias y conflictos con otras líderes de la Unión Femenil Misionera relacionado con la integración de las Escuelas Dominicales en el trabajo misionero. Tambien estuvo envuelta en un conflicto sobre el establecimiento de una iglesia de entrenamiento misionero en el Seminario Teológico Bautista del Sur en Louisville, Kentucky. Armstrong argüía que los fondos de la UFM deberían ser destinados exclusivamente al trabajo misionero en el campo, por lo cual se opuso abiertamente a la escuela de entrenamiento cuando allí se empezó a aceptar estudiantes femeninas, alegando que los seminarios deberían educar exclusivamente a hombres y con temor de que se estaban sentando las bases para la ordenación de mujeres.

Tomando ocasión de una crítica editorial junto a otras críticas a su oposición como ataque personal, renunció a su cargo dentro de la UFM, haciendo un voto de nunca jamás servir dentro de la denominación.  A pesar de haber mantenido su promesa, se mantuvo activa en su congregación local y las misiones en la ciudad de Baltimore. Sin embargo, hacia el final de sus días, permitió que se realizara en su nombre una colecta cuyos fondos irían destinados a misiones locales, y envió una misiva conciliatoria a la UFM, en donde expresaba su esperanza de que la UFM se convirtiera en una “entidad más fuerte cada año”.

Falleció el 20 de Diciembre del año 1938 en Baltimore, el año en que la UFM celebraba su 50 aniversario. Hoy permanece como una de las misioneras mas destacadas de los Bautistas del Sur, entre los cuales existe un fondo misionero bajo su nombre en el cual las iglesias contribuyen para la labor misionera femenil.

Tomada de: www.wmu.comwww.anniearmstrong.com


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