“.., Sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo”. (1 Pedro 5:9)
Saber que otras han pasado, están pasando y pasarán nuestros mismos padecimientos nos brinda una miríada de bendiciones.
Primero porque nos sentimos acompañada por quienes han enfrentado lo mismo.
Segundo nos ayuda a identificarnos y conectarnos con otras que entienden perfectamente nuestros padecimientos.
Tercero porque saber que nuestro problema no es nuevo ni desconocida su solución, nos infunde aliento.
Cuarto porque nos brinda la esperanza de saber que si otras salieron de sus problemas, nosotras también saldremos.
Quinto porque somos consoladas por quienes han atravesado lo mismo.
Sexto porque tenemos el ejemplo y la dirección sabia de otras que nos han precedido.
Séptimo porque nos provee un banco donde buscar consejo, apoyo y orientación por medio de personas experimentadas y calificadas en nuestros padecimientos.
Octavo: porque nuestras predecesoras nos han dejado el surco por donde debemos caminar para salir airosas de nuestro túnel.
Qué bendición es que nada haya nuevo debajo del sol; ni aun los problemas que enfrentamos.
Oración: Gracias Señor porque nunca estamos sola y a la suerte de las circunstancias. Gracias porque existen sendas providencialmente provistas por otras para mi bendición y consolación. Gracias porque Tú guiaste y consolaste las hermanas que me han precedido en mis padecimientos, y ellas me han dejado el ejemplo de cómo manejar mis dificultades para Tu gloria. En el nombre de Jesus, amén.
Alabanza Sugerida: Sendas Dios Hará, DMoen – https://www.youtube.com/watch?v=ZwugdpdKa9I