“Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida,..” (1 Pedro 3:7).
Nada más elevado al hablar de la posición y los privilegios de la mujer que el ser coheredera de la gracia de la vida, en Cristo Jesús.
Al considerar las diferentes ilustraciones y figuras de la mujer en la Escritura, notamos que la mayoría aluden en alguna medida a su relación con el hombre. Aunque ser “co” heredera hace referencia a su participación conjunta con el hombre de la vida eterna, la misma depende única y exclusivamente de su relación con Jesucristo.
En consecuencia, en el contexto de la difícil relación matrimonial, el escritor llama la atención de los esposos a extenderle un trato digno a sus esposas, en virtud de la posición que ellas al igual que ellos ocupan en Cristo; coherederas de la gracia de la vida. ¡Aleluya!
Oración: Amante Padre, gracias porque lo mas grande que nos ha podido suceder es ser coherederas de la gracia de la vida. Gracias porque repetidamente les recuerdas a los hombres nuestro valor, al tiempo que llamas a nosotras vivir a la altura de nuestra posicion en Cristo. Por Jesús, amén.
Alabanza: Mi Vida Es Cristo, Sarah y Jonathan Jeréz – https://www.youtube.com/watch?v=3JyUOYQkCjc
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