“que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos; llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos” (2 Corintios 4:8-10).
Los cristianos de la era primitiva arriesgaron su vida y fueron torturados de diversas maneras por su fe. Unos fueron apedreados, otros crucificados, decapitados, echado a los leones y quemados vivos. El pasatiempo del emperador Calígula era iluminar las fiestas en sus jardines con cristianos en llamas.
Anualmente alrededor 300,000 cristianos son muertos a causa de su fe en Jesús. Según Richard John Neuhaus, en este siglo se han martirizado más creyentes que en todos los siglos anteriores juntos. Y en los lugares donde los cristianos no se sufren persecución de algún tipo, es porque se han amistado con el mundo.
Mas ¿cómo nos preparamos para resistir y mantenernos firmes bajo presión? Como lo hicieron los cristianos del primer siglo… ejerciendo las disciplinas espirituales:
- Orando
- Estudiando la Biblia diariamente
- Congregándonos fielmente
- Ejercitando nuestros dones espirituales
Es muy difícil mantenernos firme sola, bajo presión y ataque. Pero gracias a Cristo tenemos la iglesia. Fue en ella donde los creyentes del primer siglo encontraron apoyo mutuo para resistir al enemigo, crecer juntos, animarse a las buenas obras y permanecer firmes en la fe de Cristo Jesús.
Oración: Señor gracias por la libertad espiritual que aun gozamos en occidente. Gracias por lo que la iglesia representa y suple en nuestra vida de fe. Gracias porque podemos congregarnos libremente sabiendo que miles alrededor del mundo no tienen este privilegio. Y gracias porque por medio de ella nos equipas para permanecer firmes bajo presión. En el nombre de Jesús, amén.
Alabanza: A Sus Pies, JARomero – https://www.youtube.com/watch?v=T9bJVP632ws
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