“Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú” (Isaías 43:1).
Nuestro Dios es inminentemente personal. Tan personal que nos conoce por nuestro nombre.
Pablo dice en Gálatas 1:15 “Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, revelar a su Hijo en mí, para que yo le predicase entre los gentiles,..”
Jeremías 1:5 dice: “Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones”. Y
David dice en el Salmo 139:13 “Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre”.
Dios no solo conoce nuestro nombre sino que nos formó personalmente en el vientre de nuestra madre, y nos apartó antes de nacer para servirle. Lo que es mas, como sus hijas al igual que Pablo, Jeremías y David, somos hechura, pertenencia y sierva Suya. Qué afortunadas!
Oración: Gracias Señor por ser un Dios tan personal que no solo te humanaste, sino que además te hiciste mi Amigo, mi Hermano mayor y mi Salvador personal. Alabado seas por siempre, amén.
Alabanza: Mi Dios Es Real, Amalfi – https://www.youtube.com/watch?v=YGUtDIJlqNk
Violeta Guerra para Maestras del Bien ©2016 – Derechos reservados www.maestrasdelbien.org