“Herodes entonces, cuando se vio burlado por los magos, se enojó mucho, y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores;..” (Mateo 2:16).
La Navidad es una época hermosa y llena de alegría, mas lejos está de ser perfecta. Como tampoco lo fue el día en que Jesús nació.
- El mundo andaba en tinieblas
- No se había escuchado la voz de Dios ni se había levantado profeta de parte de él en 400 años
- Reinaba la desesperanza y la incredulidad por la larga espera del Mesías prometido, y
- Mateo 2:16-18 dice que: “Herodes entonces, cuando se vio burlado por los magos, se enojó mucho, y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores, conforme al tiempo que había inquirido de los magos. Entonces se cumplió lo que fue dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo: voz fue oída en Ramá, grande lamentación, lloro y gemido; Raquel que llora a sus hijos, y no quiso ser consolada, porque perecieron”
Son realidades dolorosas que no podemos evadir, hacernos de la vista gorda, borrar u olvidar. Hoy también existe dolor, mortandad, abusos, hambre, desesperanza, incredulidad y tristeza.
No obstante, solo Mateo de los 4 evangelios cuenta el relato de la masacre de Herodes. ¿Por qué? Porque la esperanza que venía al mundo en la persona de Jesús era mayor a la problemática existente. Dios no quería dejar nuestra atención fijada en la tragedia sino en la esperanza bienaventurada y gloriosa que él traía al mundo… ¡Cristo el Señor!
¡Esas son nuevas de grande gozo! Y en anticipación a su llegada, Dios envió a su mensajero de noticias importantes… a Gabriel, a explicarle a Zacarías que su mujer concebiría para prepararle el camino al Señor en el corazón de su pueblo: “le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios; y he sido enviado a hablarte, y darte estas buenas nuevas” (Lc 1:19).
Amada, si hoy tu corazón está triste fija tus ojos en Cristo, y lo terrenal será absorto por el amante cuidado de nuestro Salvador. Que tu corazón esté preparado y a la expectativa del nacimiento de Jesús, de su esperanza gloriosa y de su salvación.
Oración: Gracias Señor por nacer. Gracias porque el objetivo no te disuadió de humanarte, sino que fijaste tu rostro y descendiste por amor a mí. Celebro Tu vida, Tu muerte y Tu Resurrección porque completan la historia de mi salvación. Alabado sea Tu santo y glorioso nombre por siempre, amén.
Alabanza: En Lo Alto Gloria, Hillsong Español – https://www.youtube.com/watch?v=ljqdGyTMLXk
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