Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos.(Lucas 6:31)

Existe un grave problema entre los hispanos quienes entienden que disentir de opinión les da el derecho de ofender, maltratar, burlarse y agredir a otros. Quienes tal hacen, lo hacen amparadas y persuadidas de tener la razón o la verdad. Pero al hacerlo faltan a la regla más elemental del cristianismo… ¡La Regla de Oro! (Lc 6:31)

El pueblo de Dios es llamado a ser compasivo, reverente, respetuoso, paciente, lleno de gracia y de amor.  Respetar el punto de vista ajeno no es consentir de opinión, ceder a la mentira o perder una discusión. Es la actitud que puede ganar al perdido, sacar de la confusión al extraviado y conservar una amistad.

Cuando obramos hostilmente ante un desacuerdo revelamos nuestra falta de crecimiento espiritual, que no somos mujeres controladas por el Espíritu, y que no estamos aptas para esclarecer una verdad ni conducir a otras a Cristo. Lo único que logran las actitudes agresivas son heridas, relaciones rotas, mal testimonio, y ofensa a Dios.

La actitud correcta y espiritual es: “Desechar las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas. Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad” (2Tm 2:23-25).

Amada, es posible diferir de opinión, retener nuestra posición y aún así ganar la relación. Solo hace falta un poco mas de Cristo en nuestro corazón. Así que la próxima vez que enfrentes un desacuerdo, piensa antes de hablar y actuar, a no ser que pierdas mucho más que lo que creas que vas a ganar.

Oración: Perdóname Padre por enfrascarme en discusiones necias y proceder hostilmente ante mis desacuerdos con otros. Ayúdame a recordar que estoy en la palestra de la fe con un mundo lleno de espectadores mirando mi proceder como Cristiana. Me esforzaré en proceder con respeto y amor de modo que pueda reflejarte más en mis acciones, tal y como le enseñó Pablo a Timoteo. En el nombre de Jesús, amen.

Alabanza: Dame Tus Ojos, MGándara – https://www.youtube.com/watch?v=bPTn0u1GRQ0

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