De aquí en adelante nadie me cause molestias; porque yo traigo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús.” (Gálatas 6:17)

Dice un himno: A tu lado andar Señor, esa es mi oración. Es ese tu anhelo? Es esa tu oración? Pues ese era el mayor anhelo de Pablo y el norte de su vida. Tanto así que sufrió penalidades como buen soldado de Jesucristo, llegando a llevar “las marcas de Cristo en su cuerpo”. Está la marca de Cristo presente y visible en tu vida? Se distingue claramente que eres Cristiana?

Mateo 7:20 enfatiza que por nuestros frutos seremos identificadas. Implica esto que el creyente debe ser reconocido con tal solo otros mirarlo, de igual manera que mira un árbol y lo identifica por su fruto. Así la mujer de Dios debe llevar la marca indelible de Cristo en su vida a fin de ser identificada fácilmente como hija suya.

Y cual es esa marca? La marca de la obediencia, de la humildad, de la bondad, la compasión, la misericordia, y la autonegación. Estas marcas son el resultado y la evidencia de años caminando con el Señor; perseverando en la fe, alimentando nuestro espíritu, sujetando la carne, predicando el evangelio, dependiendo de Dios, crucificando el hombre viejo, absteniéndonos del pecado, poniendo la otra mejilla y peleando la buena batalla de la fe.

Amada, cuando esto hacemos se hacen evidentes las marcas de Cristo en nuestra vida. Marcas que nos permiten honrar a Dios, ser luminarias en el mundo y estar segura como Pablo de tres cosas (2 Tm 4:7):

  • Hemos peleado la buena batalla de la fe
  • Hemos acabado la carrera, y
  • Hemos guardado la fe

Y como resultado final, “se nos otorgará la corona de justicia, la cual nos dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a tí y a mí, sino también a todos los que aman su venida (2 Tm 4:8).

Oración: Padre, gracias por el privilegio tan grande de ser Tu hija. Quiero respresentarte dignamente por medio de marcas claramente visibles y que me identifiquen como cristiana. En Jesús, amén.

Alabanza: No Es Como Yo, JAR – https://www.youtube.com/watch?v=DfWEdYgEKv8

Violeta Guerra para Maestras del Bien ©2017 – Derechos reservados www.maestrasdelbien.org

Compartir
Artículo anteriorSufriendo Penalidades
Artículo siguienteVida Plena

Warning: A non-numeric value encountered in /home/customer/www/maestrasdelbien.org/public_html/wp-content/themes/Newspaper/includes/wp_booster/td_block.php on line 1009