“Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia”. (Lucas 1:38)
María es un ejemplo para todas las que servimos o queremos servir al Señor, de entrega total. Ella no temió ser repudiada e incluso lapidada a causa de su embarazo, por amor a Dios.
Su respuesta al ángel fue firme y sus acciones así lo demostraron. Con valentía y honor siguió adelante con los planes, propósitos e instrucciones de Dios.
Sus palabras; “He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra”, hablan de confianza, y total rendición y entrega a la voluntad de Dios. Jonás huyó, Moisés objetó, pero María aceptó. Se ubicó en la posición de esclava con el deseo total de obedecer la decisión de su amo.
Su conversación con el ángel fue corta, clara y al punto. Muy interesante sobre todo para nosotras las mujeres que objetamos tanto y tenemos excusas para todo. María demostró la sujeción a la palabra de Dios que todas debiéramos tener. Sin rodeo alguno y con mucha valentía, desempeñó su papel voluntaria y ejemplarmente.
Amadas, Dios nos tiene un lugar de trabajo, un propósito, y dones con los que nos ha equipado para hacer Su voluntad. No tenemos que saber el final, basta saber que: “nada hay imposible para Dios.” (Lucas 1:37)
Oración: Amado Dios, perdona todas mis objeciones y lentitud para obedecer Tu voluntad. Hoy me rindo sin reservas a Tí. He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a Tu palabra. En el nombre de Jesús, Amén.
Alabanza Sugerida: Hoy Te Rindo Mi Ser – https://www.youtube.com/watch?v=CEAIkurygeE
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