Padre de huérfanos y defensor de viudas es Dios en su santa morada. (Salmos 68:5)

¡Que privilegio el cuidado tan especial que Dios tiene de las viudas! En la Biblia encontramos numerosas instrucciones sobre el cuidado que también el pueblo de Dios debe brindarles.

Dios mismo tiene un cuidado directo de las viudas:

  • En Deuteronomio 10:18 él es su justicia
  • En el Salmo 68:5 él se identifica  como “Padre de huérfanos y defensor de viudas…
  • En el Salmo 146: 9 él es quien sostiene a las viudas
  • En Proverbios 15:25 él afirma la heredad de la viuda
  • En Jeremías 49:11 él es la confianza de las viudas

Muchas fueron las exhortaciones al pueblo de Israel de tratar a las viudas con compasión y justicia.

  • En Éxodo 22:22-24 Dios castiga a quienes la dañen
  • Israel debía compartir y proveer de fruto y alimentos a las viudas (Dt 26:12-13)
  • En Isaías 1:17 se les exhorta a amparar las viudas
  • En Jeremías 7:6 y Zacarías 7:40 a no oprimir y agraviar las viudas
  • En Malaquías 3:5 se les advierte contra el fraude de su salario

En el Nuevo Testamento, Jesús ataca a aquellos que atentan contra los recursos de las viudas (Marcos 12:40), y vemos a la iglesia primitiva tomando cuidado mediante medidas preventivas de cuidado y sostén (Hch 6:1, Stgo 1:27, 1Tim 5:3, 16).

Dentro de los grupos de la iglesia, este era uno de especial atención al punto que se llevaban listas de las mismas, y había requisitos que debían reunir las viudas para participar del sostenimiento de la iglesia.

Las viudas debían ser honradas por la iglesia y por los familiares de la misma. Solo aquellas que fueren mayor de 60 años, diligente en suplicas y oraciones, esposa de un solo marido, que tuviere testimonio de buenas obras, que haya criado hijos, practicado la hospitalidad, lavado los pies de los hermanos, socorrido los afligidos, y espera en Dios, debían ser responsabilidad de la iglesia, excepto que ellas tuvieren hijos o nietos creyentes (1Tim 5:3-10,16).

Me llama la atención la especialidad de Dios con las viudas, en contraste con la falta de mención e instrucción para los viudos. Definitivamente somos un vaso más frágil que requiere el cuidado de un Padre y esposo delicado, atento y amante.

Oración: Gracias Padre Amado por cuidar de las mujeres. Gracias porque Tú conoces nuestra frágil e insegura condición y has hecho provisión. Gracias porque tenemos quien nos cuide y sostenga, y hasta el final de nuestros días estas personalmente comprometido con nosotras. Tú eres nuestro seguro de vida. En el nombre del Señor Jesús, amén.

Alabanza Sugerida: Oh Tu Fidelidad, MVidal – http://www.youtube.com/watch?v=gpt39fsuCng&feature=related

Violeta Guerra para Maestras del Bien – ©2017 Derechos reservados www.maestrasdelbien.org


Warning: A non-numeric value encountered in /home/customer/www/maestrasdelbien.org/public_html/wp-content/themes/Newspaper/includes/wp_booster/td_block.php on line 1009