“No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.” (Gálatas 6:9)
En tiempos donde la maldad incrementa, abunda el engaño, se promulgan leyes que desfavorecen al pueblo cristiano, y el pueblo cristiano es perseguido, cuan importante es parecernos a nuestro Salvador perseverando en el bien hacer.
Hay tantos que se desaniman en el camino, tiran la toalla, abandonan el ministerio y pierden la esperanza. Algunos se contentan con vivir de glorias pasadas y otros toman las malas experiencias como justificación para su retiro. Mas la clave de la victoria sobre las adversidades y la posterior cosecha, es la permanencia. Pablo nos llama a vencer el desánimo y servir de buena voluntad teniendo en vista que no servimos al hombre sino a Dios, y que cada uno recibirá del Señor conforme al bien que hiciere.
No negamos que el desafío a perseverar sea fácil, pero es la única manera de cumplir el propósito de Dios en nuestras vidas, y al concluir poder decir como Pablo: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida” (2 Tm 4:7-8).
Sí, la batalla es difícil pero es “buena”. No es para gloria personal ni recibir una corona corruptible. La batalla es por la mejor causa… glorificar al Señor y recibir la corona de justicia que Dios como Juez justo nos dará. Ese pensamiento lleva implícita la idea de que él tambien dará su retribución a nuestros adversarios.
Amadas, aferrémonos con pasión y celo santo a la encomienda y el programa de Dios. Nada hay mas importante que servir al Maestro y dar nuestra vida por aquellos que él murió, aun sabiendo que les íbamos a traicionar y entregar. Solo tú y yo podemos hacer la diferencia. ¡Perseveremos en el bien hacer y el Señor se encargará del resto!
Oración: Padre ayúdanos cuando nuestras fuerzas flaquen, nuestro corazón desfallece y nuestra mente decide ceder ante el desánimo. Que Tu Espíritu de poder y dominio propio renueve nuestras fuerzas y nos permita perseverar en el bien hacer. Puestos los ojos en Jesús, amén.
Alabanza: Un Siervo Para Tu Gloria, Sovereign Grace – https://www.youtube.com/watch?v=Kvoa7-Y1GBE
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